BREVIARIO PURO

PASO A PASO

1. Cómo Cortarlo
En primer lugar, humedecer la cabeza del cigarro con los labios. Luego, utilizando una pequeña guillotina o tijera, cortarlo por la perilla (sombrero que cubre el extremo cerrado
del cigarrillo) evitando asi que la capa comience a desenrollarse. También se puede utilizar un sacabocado, que realiza un corte circular sobre la cabeza del Puro, permitiendo así la aspiración.

2. Cómo Encenderlo 
Es recomendable utilizar un encendedor a gas, preferentemente con llama Turbo (tipo soplete), o fósforos de madera. Nunca utilice encendedor a bencina, ya que el aroma de su
combustión puede perjudicar el sabor del Puro. El encendido debe ser con mucho cuidado, quemando bien todo el diámetro del Puro para que luego su combustión sea pareja.
Nunca lo sumerja en una copa de bebida alcohólica; esto puede distorsionar su sabor.

3. Cómo Fumarlo
Ante todo no lo inhale. Deje al humo jugar gentilmente en su paladar y saboree la rica combinación de tabacos que han sido añejados por tres años o mas. Disfrútelo de la misma forma
que lo haría con un vino gran reserva. Nunca lo sumerja en una copa de bebida alcohólica. Esto distorsiona su sabor. No sacuda la ceniza constantemente; déjela que crezca, permitiendo
que se desprenda por si misma.

4. Cómo Despedirlo
Cuando llegue el momento de decirle adiós no es necesario que lo apague. Simplemente colóquelo en un cenicero después de haber cumplido su misión y déjelo que se extinga con dignidad.







CARACTERÍSTICAS


LARGO O CORTO
A la hora de elegir un Puro lo primero que debemos considerar es su tamaño, el cual debe estar relacionado con el tiempo que tengamos para dedicarle.
Uno corto puede ser para una fumada de 25 o 30 minutos, mientras que uno largo puede durar hasta dos horas o más. En los dos casos el sabor se manifiesta
plenamente en el segundo tercio de la fumada.
 

GRUESO O FINO
El diámetro del Puro es determinante, tanto para la fortaleza como para la combustión. Un Puro de calibre fino tiende a ser más fuerte y algunas veces, de una combustión y tiraje dificultosos.
Los Puros de diámetro más grueso, como los Robustos, poseen mayor oxigenación, mejor tiraje y suelen ser más suaves que los delgados, dentro de la misma marca.


AÑEJO O FRESCO
Al igual que los vinos, los Puros pueden añejarse, almacenándolos correctamente, hasta por un período de 20 años o incluso más. En este proceso de añejamiento, el Puro sigue 
fermentando y su sabor y aroma se perfeccionan, eliminando taninos naturales del tabaco. Un puro añejo suele ser más suave que uno fresco. Los Puros de fabricación regular, suelen tener entre
seis meses y un año hasta que salen al mercado. Los Habanos han incorporado en los últimos años, Ediciones Especiales denominadas “añejados”, donde el tiempo de estacionamiento desde la
fabricación hasta su venta en las tiendas, es superior a los cinco años.


OSCURO O CLARO
El color de la capa de un Puro puede variar de una marca a otra, y de una caja a otra de la misma marca; desde un tono más claro a uno más oscuro. Y esto no influye en su fortaleza ni sabor.
Existen los Puros de Capa Madura, cuya hoja se deja más tiempo al sol y toma un tono marrón oscuro. Estas capas suelen ser más dulces ya que en su proceso de fermentación afloran los
azúcares. Cohiba posee una Línea con capa madura, denominada “Maduro 5”, que posee capas con una maduración superior a los 5 años.


CÓMO CONSERVARLOS
Los Puros respiran por su capa hasta el momento en el que son degustados, y mantienen todas sus cualidades durante mucho tiempo, siempre y cuando se conserven con una correcta humedad.
Desde que el Puro sale de la fábrica hasta que llega al fumador, debe tener siempre una humedad promedio del 70 %, para que la hoja siga viva y continúe su proceso de fermentación.
Si la hoja se seca, se muere y habrá perdido entonces todas las características originales de su ligada y las condiciones mínimas para poder fumarlo. Un Puro seco arde más rápido, aumentando
así la temperatura del humo e irritando todo el paladar.


© Casa Lotar - Texto Creado y Registrado - Todos los derechos reservados